Una particularidad del Cementerio Alemán son las cuatro unidades de “pérgolas” bajo las cuales se inhuman urnas con cenizas. Su construcción duró entre 1941 y 1948. Algunos de estos módulos ofrecen una cuidada jardinería, con una traza paisajística que pone en diálogo las pequeñas lápidas que marcan las sepulturas cinerarias, con la vegetación bien recortada. Estos edificios, asociados al encanto de los jardines clásicos, vienen a reforzar la idea del cementerio-jardín sui generis, presente en el diseño general de este enterratorio. En la parte superior de sus dos pilares centrales, los módulos de pérgolas ostentan esculturas con forma de perfumadores (cassolettes) realizadas en cemento, y cruces de consagración caladas en la mampostería (morfológicamente análogas a las que se observan en los tímpanos laterales de la capilla).