El Monumento que actualmente recuerda a los caídos en las dos Guerras Mundiales situado en el Cementerio Alemán, fue inaugurado en el año 1922 (vale decir, luego del pórtico pero antes que la capilla), y se refería, en aquel momento, únicamente a los combatientes que habían caído en la Primera Guerra. Años más tarde se extendió su sentido memorial a los caídos en la Segunda Guerra también. La ejecución del monumento estuvo a cargo de Carlos Grüner, que era representante de la firma fabricante, Künzel Schedler & Cía., Schwarzenbach, Alemania.
Por detrás, una enorme plaqueta con forma de cruz contiene la lista con los nombres de los combatientes alemanes provenientes de la Argentina que participaron en la contienda sirviendo en el ejército. Una placa más pequeña exhibe los nombres de los marinos en igual situación.
La ubicación del monumento es adecuada para la celebración de actos recordatorios, ya que se halla precedido de una plaza ceremonial. Es tradición de la comunidad alemana el conmemorar, en ese sitio, una vez al año, en el mes de noviembre, el Día de Duelo Nacional o Volkstrauertag, una ceremonia en favor de la paz y en recuerdo de los caídos en las guerras, pero que en los últimos años ha ampliado su alcance también en memoria de las víctimas de la tiranía, del terrorismo y la violencia.